24 nov 2008

La infancia perdida

Mi "mundo se llamaba simplemente padre y madre, amor y severidad, buenos modales y escuela. Dentro de este mundo había limpieza y claridad; en él sólo cabía costumbres sanas, el lenguaje amable y cálido, y ropa impecable y las manos limpias.
"Yo siempre fui parte del mundo recto e iluminado, pero hacia cualquier lugar que dirigiera la mirada estaba presente el otro mundo [...] yo mismo vivía y era parte de ese mundo oscuro, donde constantemente llegaba a mí el miedo y el remordimiento
.
"Sin embargo, todo lo de antes [...] ya no me pertenecía; el mundo bueno, limpio, honrado y bello era sólo de mis padres, yo me acababa de hundir en el otro mundo, en el malo, en el prohibido. Las mentiras y el pecado me habían hecho su presa; ahora el enemigo, el peligro y la vergüenza me amenazaban terriblemente.
"Mis padres me acompañaron a la ciudad en la que ahora viviría y estudiaría. Me internaron en una pensión para estudiantes [...] Y no me costó ningún trabajo despedirme de la casa [...] Me asombré de mi frialdad, pues yo siempre había sido un niño sentimental y bueno, y ahora mi cambio era radical
." -Demian de Herman Hesse



*paleta (2008) hecho por mí en adobe photoshop


La infancia significa algo, siempre una etapa o un estigma, imborrable o corregible depende de quién y cómo la vive, pero en general se trata de uno de los período de crecimiento más importantes, como el desayuno, pues representa gran parte del desarrollo que logramos alcanzar antes de declinar a la inevitable vejez.

En la expresión de García Lorca, que constantemente hacía alusión a la fantasía de la niñez, lo describiré:


"¡Oh mi Stanton, idiota y bello entre los pequeños animalitos!

[...]

Stanton, vete a bosque con tus arpas judías,

vete para aprender celestiales palabras

que duermen en los troncos, en nubes, en tortugas,

en los perros dormidos, en el plomo, en el viento,

en lirios que no duermen, en aguas que no copian,

para que aprendas, hijo, lo que tu pueblo olvida."


El niño Stanton, sacado de Poeta en Nueva York de
"Federico García Lorca"


"[...] algunos niños idiotas han encontrado por las cocinas
pequeñas golondrinas con muletas
que sabían pronunciar la palabra amor."

Panorama Ciego en Nueva York, sacado de Poeta en Nueva York de "Federico García Lorca"


¡Lorca! Niño eterno, como viejo es Walt Whitman, inocente y bisexual, algo genio idiota, por su pura y radical consciencia, por su soñadora y apacible inteligencia y garra inquisitiva. Dejad a los niños venir a mí, y no se lo impidáis, porque de los tales es el reino de Dios. De
cierto os digo, que el que no recibe el reino de Dios como un niño, no entrará en él (Lc. 18:16-17).
Lo vemos claro, tan nítido como el causal del Río Estigia con Aquiles recibido en sus aguas: La infancia representa pureza y razón, y si no razón, al menos un rudo hambre de saber de lo tanto que no sabemos; de naturaleza puramente socrática, pues "uno aprende más no sabiendo, que sabiendo lo que probablemente no sepa en realidad"
. Todos los días se aprende algo nuevo, sólo debemos imaginar cuánto sabríamos si cada día aprendiéramos tanto como cuando éramos pequeños. El reino de Dios es algo muy controvertido... tema perfecto. Es para el puro de corazón, pero no para ignorante, sino para el que no se sacia con las burdas realidades populistas, pues busca lo que va más allá, irónicamente, lo que yace sólo dentro de nosotros: Espiritualidad.

Es muy común encontrarse con grupos sectarios, asociaciones que te ayudarán a saciar tu hambre con un vaso de agua, promesas y más promesas: "¡Sólo use este aparato 4 semanas y tendrá los abdominales de hierro que siempre quiso tener!" "¡Sólo páguenos una cuota mensual, asista a nuestras ceremonias sociales, adopte todas nuestras costumbres anti-individualistas y tendrá felicidad eterna después del Juicio!" ¡Cielos! ¿Quién podría negarse?

¿Por qué acaba la infancia? ¿Porque Gavroche perdió a su familia? Para mí él seguía siendo un niño, más que ello, un prenatal en busca de alguien que lo pariera. ¿Porque nos liman los dientes, porque leemos la Torá con una kipá en la sinagoga, por tener la menarca o matar a un indefenso animal? Para Stephen Dédalus, la infancia terminó y no terminó definitivamente en ciertas ocasiones; cuando salió de su casa al internado jesuíta; cuando su familia perdió su dinero, cambiando su modo de vida, incluyendo la ciudad en que vivía; y por supuesto, cuando caído en las redes del pecado, perdió su virginidad traumáticamente, provocando su arrepentimiento más que notorio después.

Ser niños por siempre. ¿Pero cómo amar siendo niños y responder a nuestras obligaciones orgánicas de "adultos"? Los niños son "bisexuales", si no es que "asexuales", no podríamos enriquecernos de las experiencias que corresponden al tiempo. "Ser niño siempre" puede significar ver el mundo con esos ojos tan despiertos con que los bebés observan la habitación en que entran. No dormirnos, endurecernos ni dogmatizarnos.